El Colegio en Rosario
Nuestra historia en la ciudad.
Su fundación se debió a la salida de las hermanas que en México sufrían la persecución religiosa. La comunidad de Huatusco, Veracruz, fue expulsada de su convento y colegio teniendo que cambiar el hábito por el vestido seglar. La expulsión fue el 26 de julio de 1926.
Después de permanecer con algunas familias bondadosas, salieron para Estados Unidos a la casa del Verbo Encarnado, en Brownsville, Texas, el 11 de agosto del mismo año.
A los dos meses, la hermana María Gabriela de la Encarnación Palos, regresó a México con tres novicias en plena persecución. Las hospedó la familia D’Teresa durante dos años, en los que llevaron vida en comunidad y pudieron estar bien atendidas.
La hermana María Gabriela solicitó en Madrid, España una fundación, y la contestación fue que harían mayor bien en Argentina.
A petición de Monseñor Juan Agustín Boneo, Obispo de Santa Fe, que deseaba una fundación, las cinco primeras hermanas: M. María Gabriela de la Encarnación Palos, María Elena Rodríguez, María Concepción Servín, María del Refugio Martínez y la señorita Asunción Malpica, se embarcaron el 30 de diciembre de 1928 en el Puerto de Veracruz rumbo a Argentina. Llegaron el 16 de enero de 1929 al puerto de Buenos Aires, y fueron recibidas por el Sr. Cura Ulpiano prieto, párroco de San Genaro, y un grupo de señoritas en representación de las Hermanas Esclavas quienes las hospedaron fraternalmente en el Colegio del Sagrado Corazón. Allí las visitó el Obispo auxiliar Monseñor Devoto, quien las consideró como mártires de la persecución religiosa en México.
Tomaron posesión de la casa preparada para ellas en San Genaro, el 18 de enero de 1929, donde desarrollaron su labor apostólica en el Colegio Verbo Encarnado.
Al año siguiente por motivos políticos que dividían al pueblo, las hermanas salieron de San Genaro a otro lugar llamado Gálvez, Provincia de Santa Fe. En 1932, el 25 de marzo, Monseñor Boneo logró que se abriera un noviciado con las dos primeras postulantes, Sritas. Asunción Malpica y Josefa Para.
Tomaron el hábito el 11 de febrero de 1933. Ese año entraron otras dos postulantes: Luisa Leyva y Alicia Romero
En 1936 la comunidad se trasladó a la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, para mejor atención de la propia comunidad ya que estaban en una situación muy difícil y necesitada. Llegaron a la periferia de la población en la calle Brown 2171; también en este año, el 17 de mayo, se unieron al Generalato de México.
La comunidad está dedicada al “Santísimo Sacramento”, al que hizo honor María de Lourdes Para Scaglia, ya que dicha hermana pasaba mucho tiempo delante del sagrario, orando por todas las necesidades encomendadas.
Nos llena de alegría y agradecemos a Dios por las gracias tan especiales que a través de la intercesión de nuestra hermana, Jesús, regalaba a esta comunidad y a la obra apostólica.
La Iglesia argentina la reconoce y la propone como modelo de santidad, pues vivió el Carisma legado por el Verbo Encarnado a Nuestra Venerable Madre Jeanne Chezard de Matel, haciendo posible imitar a Jesús en los rasgos propios de nuestra espiritualidad.